No
te vallas
Jacob
POV
Lo
arruiné, soy un estúpido. Solo a mí esto me podría pasar, precisamente hoy, el
día de nuestro aniversario.
Quise
ser sutil con la noticia, sabía que se enojaría por no decirle desde un
principio, tal vez incluso me dejaría de hablar por unas cuantas horas, pero ni
en un millón de años imagine esto…
Flashback.
Hoy por fin cumplo un
año de casados con Nessie, el amor de mi vida, mi alma entera, mi corazón.
Alice como era de esperarse preparó todo para la noche más hermosa de todas y
yo estaba excesivamente nervioso.
Pero por extraño que
parezca, la gran celebración (que para mí era solo un despilfarro enorme de
dinero) no era lo que me preocupaba. Lo que realmente me dejó sin pegar ojo
toda la noche es que hoy, después de muchos años estando a su lado y un año de
casados, le diría la verdad. Confesaría que mucho antes de que ella naciera, yo
amaba a su madre.
Desde un día antes
estoy pensando en cómo decirle, y odie a Bella por hacerme cargar este peso tan
grande.
“Tú dijiste que
esperarías el momento adecuado, ahora lo es” Había dicho hace unos días, cuando
Edward leyó mi pensamiento y le dijo a su esposa.
Yo quería esperar
unos años, para que Nessie entendiera que, aunque amé mucho a su madre, no es
comparable con lo que siento por ella. Ahora me sentía como un imbécil.
Cuando todo estuvo
listo, comenzó la fiesta. Nessie quería hacer algo sencillo, un viaje a La Push
y una cena al lado de la fogata; pero Alice la chantajeo con hacer algo en
grande, y ella no tuvo más remedio que aceptar.
Nuestra “pequeña”
celebración incluía regalos por parte de la familia, una cena en casa de los
Cullen y por fin un momento a solas.
−Primero mi regalo y
el de Jasper –dijo Alice, entregándole a Nessie un pequeño sobre. La abrió con
cuidado y después gritó de emoción
− ¿Qué es Nessie?
–pregunté, aunque tenía una vaga idea de lo que podía ser
−Alice y Jasper nos
regalaron cien mil dólares para gastar en ropa. Iremos mañana mismo Alice,
muchas gracias a ambos –dijo corriendo a abrazarlos. Miré por el rabillo del
ojo a Bella, quien había suspirado audiblemente y rodó los ojos. Para ella
hubiera sido el peor regalo del mundo, y
para su hija parecía un sueño hecho realidad. Tan parecidas y tan diferentes a
la vez.
−Nos toca –dijo
Rosalie, tomada de la mano de Emmett.
Nos dieron ambos un
sobre, yo lo abrí sin muchas ganas, cualquier regalo de la rubia era un
peligro; aun cuando se supone nos llevamos mejor
−Boletos… ¿de avión?
–pregunté atónito, lo más lejos que había ido en toda mi vida era Canadá, y no
fue precisamente un viaje de placer.
−¡Mira Jake, son
boletos para New York! –gritó Nessie emocionada y yo sonreí de medio lado. No
sonaba tan mala idea.
−Lo mejor de todo
será que iremos solos –le susurré al oído, sabiendo que todos me escucharían.
−Si le haces algo
perro…−comenzó a decir Rosalie. Pero Esme le mandó una mirada de advertencia y
hay quedó el asunto…por ahora
−Creo que es nuestro
turno. Es parte de ambos –dijo Edward mirando a Bella y lanzándome una llave
con un moño azul, la cual atrape ágilmente
− ¿Qué es esto?
–pregunté, jugando con la llave en mis manos
−Simplemente las
llaves de tu nuevo auto
− ¿! Qué ¡? –grité
emocionado y corrí al garaje de los Cullen, tenía que ver mi nueva adquisición
cuanto antes. Me quedé estático al ver la fabulosa camioneta que tenía delante
de mío. Era grande, negra, 4X4, brillante, asientos de piel…
−Es una GradCherokee
2011 –dijo Edward entrando por la puerta
−Es…increíble –fue lo
único que pude decir
−¿Ya le mencionaste a
Nessie sobre…−pero no terminó la frase, pues ya estaba negando con la cabeza.
−No lo sé –me encogí
de hombros
−Tú prometiste que
hoy…
−¡Ya sé lo que dije!
Edward, ¿cómo voy a decirle a Nessie que estuve enamorado de su madre?
¡Simplemente es imposible!
−¿Qué…acabas de
decir? –dijo Nessie, con una lágrima rodando por su mejilla
−Nessie, yo…lo que
escuchaste –dije bajando la voz conforme terminaba la oración
−¿Cuándo pensabas
decírmelo? ¿Cien años después? –preguntó gritándome y agitando las manos con
furia
−¡No! ¿Quieres
escucharme? Quise esperar unos años para decirte, para que así lo entendieras
mejor
−Sabes que…no quiero
escucharte ahora –Y salió corriendo.
End Flash Back
Mi
cuerpo se convulsionaba con forme me acercaba ala olor de Nessie, sabía que me
trasformaría en cualquier momento y así la alcanzaría.
Sabía
que estaba corriendo en círculos, quizá con el fin de confundirme y seguir una
pista falsa, pero al fin se dio por vencida y corrió a la cabaña de sus padres.
Dejó la puerta abierta y yo intenté volver a mi forma humana, tenía que
aclararle muchas cosas que no podía hacer como lobo.
−Nessie,
escúchame por favor –supliqué entrando a su habitación. Había sacado una vieja
maleta y tiraba ropa arrugada dentro de ella. Parecía un remolino que destruye
todo a su paso
−No
–dijo furiosa y continuó con su tarea de empacar.
Tuve
que tomarle ambas muñecas con una mano y su pequeña cintura con otra para así
detenerla. Aun en la posición que estaba, reusó mi mirada, volteando al piso de
la habitación.
−Quiero
aclararte todo Nessie. Primero escúchame y después podrás enfadarte conmigo
Ella
no dijo nada, pero levantó un poco la mirada y nos arrastró a la cama para
sentarnos. Yo la deje libre y comencé hablar.
No
quise omitir ningún detalle, tenía que saber toda la verdad, por mucho que eso
la lastimara.
−
¿Lo ves Nessie? Yo amé mucho a tu mami, pero ahora tú eres mi mundo. No sé qué
hacer sin ti, me muro si no estás a mi lado. Enójate, no me hables, trátame
como la peor de las escorias…pero por favor, no me dejes.
No
dijo nada en lo que pareció una eternidad. Solo me miraba de reojo y suspiraba
de vez en cuando. Yo estaba tan nervioso por su reacción que estaba comenzando
a impacientarme.
−Yo…no
sé que decir. Estoy algo desconcertada por la noticia, pero nunca te dejaré
Jacob. Tú eres mi mundo –dijo entre lágrimas y por fin mi alma pudo descansar
en paz.
Besé
su frente, la punta de su nariz, ambas mejillas, y le di un pequeño beso en sus
labios.
Nos
quedamos de nuevo en silencio, esta vez disfrutando de él. De reojo miré el
reloj de mesa que se encontraba cerca de mí. Suspiré fastidiado.
−Será
mejor que volvamos, deben estar preocupados por ti –le susurré al oído. Ella se
estremeció por lo cálido de mi aliento, se puso en pie, tomó mis manos y nos
condujo fuera de la casa.
Antes
de cruzar el río, Nessie se paró de puntitas, me acerqué un poco y ella susurró
en mi oído
−Gracias
por decirlo. Te amo
−Gracias
por escucharlo. Te amo
Y
con un beso, terminó nuestro día perfecto.