Ya debía de decirle todo lo que sabía a Edwin, mi hipótesis tal vez sea muy absurda, pero estoy casi que segura de que aquel era un vampiro. Mi vampiro.
Ya me había puesto al día de todo lo que habían echo en las clases, más lo que me trajo Edwin y además entendía lo nuevos y últimos temas a la perfección, que bueno que eran lo últimos ya que salíamos a vacaciones de verano.
Estaba con mi laptop en mi habitación chateando con margarita, mi amiga me había dicho que estaba muy triste y a la vez feliz porque se había enamorado locamente de Seth Clearwater, buen amigo de Juan y Jacob, pero estaba triste por que no sabia como decirle a Juan que ya no lo quería, tal vez no quería herir sus sentimientos, además porque no quería que la relación como amigos entre ellos dos se acabara.
Margarita parece estar desconectada. Se entregara los mensajes que envíes cuando inicie sesión.
Margarita se despidió para después desconectarse porque le tocaba ir con sus padres a un lugar. En ese momento me di cuenta de que ya eran las 6:40. Tal vez Edwin no vendrá por sus libros así que se los llevare mañana. Pensé.
Me pare a colocar mi laptop en su lugar apropiado, y en ese mismo instante tocaron la puerta. Deje mi laptop en la cama y salí corriendo al primer piso para abrir la puerta. Era Edwin, parecía un súper modelo de revista apoyado en el marco de la puerta, tenia de nuevo esos hermosos ojos color cafés dorado, mientras yo me sentía celosa por tener este horrendo yeso en la mano, que bueno que mañana me lo quitarían, mi corazón latía desbocado por la carrera y por tener a un súper modelo al frente mío.
- Hola- dijo mientras me quitaba un mechón de la cara, tal vez abría quedado por la carrera que hice al bajar.
- hola, pasa- dije dándole paso a Edwin para que entrara, él paso y se quedo al frente de mi, tenia la cerradura de la puerta en la mano y no podía desprenderla, Edwin cogió la mano que tenia en la cerradura y la empujo para que cerrara la puerta.
- están tus padres?- susurro muy cerca de mis labios.
- si, ellos están, los llamo?- dije algo desconcertada.
- por favor- dijo apartándose de mí y dándome paso para que fuera donde mis padres.
Mis padres estaban en la cocina hablando tranquilamente, tal vez no se hayan dado cuenta de que Edwin había llegado. Que raro.
-papá, mamá Edwin esta aquí, y quiere habar con ustedes…
EDWIN POV.
Isabel fue a llamar a sus padres. Que bueno! Era hora de poner en práctica mis dones. Los padres de Isabel salieron de la cocina, con Isabel pisándole los tobillos y en ellos se veía signos de curiosidad. Intuí que era porque los había llamado para hablar con ellos, ya que ellos son lo que tienen que hablar conmigo siempre.
- Buenas tardes, señor y señora Simmons- dije muy cortésmente- vine para preguntarle si Isabel puede salir conmigo a cenar. “si Edwin, pero por favor no lleguen mas tarde de las 10:00 p.m.” empecé a utilizar mi don.
- si Edwin, pero por favor no lleguen mas tarde de las 10:00 Pm- dijeron los padres de Isabel al unisonó. Isabel se quedo algo atónica, sorprendida y feliz.
- ya vengo iré por mi suéter- dijo y salió corriendo a su cuarto y en aquel me di cuenta que pego un grito de alegría junto con su hermana. Reí muy bajo y me senté en el sillón de la sala, después de que la señora Simmons me invitara a tomar asiento, claro esta.
Espere en la sala durante unos 8 minutos mientras Isabel estaba en su cuarto. Cuando bajo estaba con unos janes muy bonitos. Una hermosa blusa color azul eléctrica, su cabello suelto y con una diadema plateada junto con unas botas sin plataforma negras y con un saco de cuero negro.
- Vamos?- pregunte sonriente.
- si- dijo ella muy alegremente- este… aquí tienes tus libros- dijo pasándomelos libros y noté que su mano temblaba mucho. No le quise preguntar porque pero sentía que pasaba algo…
- te sientes bien- dije algo preocupado.
- si, estoy bien- al parecer noto que su sus manos temblaban muchísimo y se las escondió en los bolsillos de su saco de cuero sintético negro.
Salimos de su casa a donde estaba mi volvo. Le abrí la puerta del copiloto como todo un caballero y me dirigí a mi asiento del conductor para dirigirme con ella a cenar a la mansión Cullen…
ISABEL POV.
Estaba feliz, Edwin me había invitado a una cena. Pero tenia que decirle que ya sabía lo que él era y la verdad no sabía como empezar.
Edwin conducía a una velocidad normal, mientras que íbamos en un silencio un poquito incomodo.
- Te sientes cómoda con ese yeso?- pregunto al fin Edwin.
- este… un poco, solo espero que me lo quiten lo mas pronto posible- dije- adonde vamos?- dije con tono curioso. Por un momento sentí que metí la pata.
- Ya veras- dijo Edwin con una sonrisa de lado. Aquella a la que tanto me hacia derretir- Isabel?
- si?- dije
- no se, tienes algo para decirme?- dijo con cara de inocencia y de curiosidad.
Algo que decirle? acaso es que sé que eres un vampiro? Pensé viéndolo a los ojos y noté a había bajado un poco la velocidad.
-si, eso- susurro.
- perdón?- dije. Acaso lee mentes? Pensé con los ojos gachos. Edwin se quedo callado…
- llegamos- dijo Edwin después de unos minutos de silencio.
Me sorprendí al ver la casa de los Cullen que por fuera había pétalos de rosas de diferentes colores.
-¿Qué pasa aquí?- dije algo sorprendida- que celebran?
Edwin se bajo del volvo a una velocidad que un humano si parpadea no alcanza a ver nada. Me abrió la puerta del copiloto y me extendió su mano, su fría y sedosa mano. Entramos a la casa cogidos de la mano y pude notar que el camino de las flores se perdía en un cuarto.
- Hola Isabel, estas hermosa- dijo Alice abrazándome y sacándome de mis pensamientos.
- hola Alice- dije devolviéndole el abrazo- gracias- dije por lo que me había dicho antes y ella solo asintió.
- Isabel, por aquí- dijo Edwin, jalándome para subir las escaleras lo seguí, pero al darme vuelta noté que Alice se había marchado.
Edwin me dirigió al despacho de Carlisle en donde el estaba sentado, en su escritorio escribiendo algo en el computador.
- Hola Carlisle, aquí traje a Isabel, para que me haga el favor- dijo Edwin y Carlisle asintió, yo solo estaba más que confundida.
- ven Isabel siéntate- dijo Carlisle señalándome una silla, yo obedecí calladamente y Carlisle trajo un maletín en donde tenia muchos implementos hospitalarios- extiende el brazo izquierdo- yo obedecí, era el brazo en donde tenia el molesto yeso, noté como la puerta se cerraba y Edwin no estaba.- tranquila ya volverá- dijo y siguió en lo suyo. Me estaba quitando el yeso, por fin! Pensé.
Carlisle acabo con su trabajo y yo tome un respiro, me habían quitado el yeso y me sentía más libre de mover mi brazo. Carlisle recogió sus cosas y se volvió a sentar en su escritorio.
- Carlisle- dije en tono bajo, pero fue lo suficiente para llamar su atención- muchísimas gracias por lo que acabas de hacer y por ayudarme cuando te necesite por mi bienestar.
- no tienes por que agradecérmelo, sabes que puedes contar conmigo Elizabeth cuando me necesites- dijo.
- por favor llámame Isabel- dije- este… puede que sea muy imprudente de mi parte pero me gustaría hacerte una pregunta…- dije algo tímida y con respeto.
- si tranquila pregúntame lo que quieras…- dijo Carlisle muy cortes.
- este… ¿usted cree en… los… vampiros?- dije.
- por que no debería de creerlo?- dijo con una sonrisa que me inspiro confianza- si es porque te han dicho que no existen… ¿Quiénes son esas personas para decir que no, si ni siquiera lo pueden comprobar?
- gracias por responderme a la pregunta...- dije y e solo sintió y guiño un ojo. Ya veo de donde saca tanto encanto Edwin.
En ese momento llego Alice muy rápido y me jalo a la habitación de Ness en donde se encontraban bella, Ness, y una mujer muy bonita de pelo rubio que caía en cascada, un cuerpo escultura, alta, tez blanca como todo los demás y los ojos color cafés dorados, iguales a los de toda la familia.
- Hola Isabel, mi nombre es Rosalie, espero que seamos muy buenas amigas, claro si es posible- dijo con una sonrisa fingida e irónica- la verdad estoy cansada de tener humano acá en la casa, y espero de que Ness no me obligue a volver a presentarme tan forzadamente. Así que ya lo hice Ness, me voy- y se fue. Que de atónica a lo que dijo y Ness me saludo con un fuerte abrazo.
- hola!!! Por favor no le coloques cuidado, tienes sus razones.- dijo, obedecí a lo que me dijo Ness y olvide lo que me había dicho. Menos la parte de que estaba cansada de tener mas humanos acá en la casa.
- hola!!! Como esta Isabel- me pregunto Bella con una sonrisa en sus labios.
- bien gracias- dije feliz.
- ten, es para ti. No quiero presumir pero yo lo hice- dijo Alice dándome un hermoso vestido azul corto con dobladillos. Coloque los ojos como platos, lo cual las 3 se rieron.
Las tres se vinieron hacia mí y me abrazaron muy fuerte y en sus miradas se veían tristeza y nostalgia.
En ese momento llego Esme. Ya la conocía porque casi todos los años desde que estoy aquí Esme siempre va con Carlisle a la cena del hospital.
- hola Isabel, me alegro mucho en verte!!!!- dijo Esme abrazándome fuerte, note que en su mirada también había signos de tristeza y nostalgia. Yo solo le sonreí y pensé ¿Qué es lo que pasa aquí, porque todos me miraran así? Noté que Alice estaba muy distraída con la mirada en la nada. Después de unos momentos raciono y me sonrió con muchísima alegría, felicidad y una sonrisa de lado a lado.
- gracias, pero no puedo.- dije volviendo al tema en que estábamos antes de que entrara Esme. Le devolví el vestido a Alice negó con la cabeza, me dio unos lindos tacones plateados pero aun así creo que son demasiados peligrosos, y aun para mí que torcía mucho los pies. Me empujo al baño de la habitación y no me quedo de otra que cambiarme.
Al salir note que se habían ido, me mire al espejo y me arregle un poco mi cabello. Este vestido me quedaba muy bonito. Me voltee y noté que había una nota encima de la cama.
Isabel.
Cuando estés lista sal y sigue los pétalos de rosas.
Pd. No olvides llevar tu abrigo
Edwin
Me voltee y cogí mi chaqueta de cuero y note que no estaba tan mal y que me combinaba con el vestido. Note unos lindos pendiente y collar en la mesita de noche con otra nota que decía:
ISABEL.
NO DIGAS NADA Y COGELOS, AHORA SON TODOS TUYOS
ALICE.
Los cogí y me los puse ahora estaba más que lista para salir. Obedecí lo que me escribió Edwin, había un hermoso camino de pétalos de rosas de diferentes colores, baje las escaleras y seguí el camino, cuando termine había llegado a la puerta de una habitación, en ella había otra nota.
Isabel.
No abras la puerta hasta que yo llegue por ti.
Edwin.
Después de leerla paso un minuto y sentí que me colocaban un pañuelo negro en mis ojos, al principio me asuste, pero la voz cálida de Edwin me tranquilizo muchísimo.
- shhh, tranquila, solo sígueme- dijo y me cogió de la mano lo cual al principio me estremecí un poco pero después me dio demasiada confianza.- estas hermosa- dijo y sentí que me había sonrojado, después de ello me ayudo a quitarme la chaqueta y colocarla en un perchero y a sentarme en una silla.
- gracias- dije- ya puedo ver?
- si- dijo Edwin después de quitarme el pañuelo.
Me quede realmente sorprendida, la habitación no era una habitación común y corriente, sino que era un amplio y hermoso comedor, con muchos manjares en la mesa, en ese momento mi barriga rugió protestando a que dejara de ver como tonta y comiera de una buena vez. Edwin me miro y se río conmigo al escuchar rugir mi estomago. Edwin estaba mas hermoso que nunca, tenia unos jeans y una camisa de manga largas y botones en el medio color azul, casi igual que mi vestido, no dejaba de mirarlo, se veía tan bien…
-esta era la sorpresa?- me quede sorprendida.
- es demasiado- dijo preocupado.
- es perfecto- dije y le sonreí- y tu también- dije en un susurro, pero río y me guiño un ojo.
Comimos, si comimos Edwin y yo, por un momento creí que Edwin no era un vampiro, pero después me arrepentí al ver que al comer hacia diferentes gestos de asco, yo solo me reía. La cena tenia crema, plato fuerte que en el cual llevaba patatas fritas, rodajas de las 3 carnes (res, pollo y cerdo), ensalada, una salsa realmente exquisita; y también la cena tenia postre que en el cual era un rico pudin de chocolate, mi favorito.
Al acabar note que Edwin estaba un poco nervioso, me miró y se levanto de su silla, que por cierto estaba frente a la mía, lo seguí con la mirada un poco preocupada, me extendió su mano y me ayudo a pararme de mi asiento. Nos tomamos de la mano, me ayudo a colocarme de nuevo la chaqueta y salimos al patio trasero de la casa en un silencio no tan incomodo.
Llegamos a un lugar un poco apartado de la mansión tomados de la mano, no sabíamos porque estábamos aquí, pero de alguna forma u otra sentía que tenía que decirle la verdad.
- Isabel, yo te traje aquí solo para decirte la verdad- dijo después de unos momentos y paramos cerca de un frondoso árbol, grueso y grande.
- sabes que me puedes decir lo que quieres Edwin, que pasa?- dije en tono de preocupación.
- este… yo no soy lo que tu crees, soy diferente de lo que tu eres…- dijo en tono de susurro viéndome a los ojos, no podía ver de a mucho, ya que la única luz que había era la de una hermosa luna llena- Isabel, yo soy un…
- vampiro- dije en forma de afirmación y en un susurro. No quería que llegara este momento, ahora sentía que él se alejaría de mi para guardar su secreto y también el de su familia.
- si, eso soy- dijo Edwin, mi corazón palpitaba muy rápido y hasta yo lo escuchaba en el frio y silencio de esta noche- si lo sabias por que no me lo habías dicho.
- no estaba totalmente segura, temía que fuera verdad- dije y mis ojos se aguaron un poco y agache la cabeza.
- ese es el sentimiento que debes de tener, temor…- dijo en forma maliciosa y con dolor.
- no temo a que seas un vampiro…- dije y alce mi cabeza para ver la expresión de Edwin, y era de sorpresa- temía a que te alejaras de mí, solo porque cuando te digiera, te irías y te alejarías de mi, solo por guardar tu secreto…- mi voz se corto y estallo en un ahogado sollozo.
- ven…- dije y me acerco a él y me abrazo con cariño, me alzo la cabeza que tenia gacha con un dedo en mi barbilla y me limpio alguna de mis lagrimas que recorrían por mis mejillas- no me pensaba ir- dijo con una sonrisa.
- a no?- dije un poco calmada.
- no, solo me iría si es que tu no me quieres cerca de ti- dijo y se acerco a mis labios- solo dime si quieres que aleje de ti- dijo acercando se aún más.
- no, no quiero que te alejes de mi- dije en un susurro.
Nuestros labios se acercaron aún más y su frio aliento me embriagaba, su olor era delicioso como a manzana con chocolate o algo así, era un olor dulce y embriagador. Cuando nuestros labios estaban a milímetros Edwin retrocedió un poco pero si dejar de sostener mi cintura, Se estaba probando a sí mismo, cerré mis ojos y coloque mis manos detrás de su cuello. En ese momento nuestros labios se juntaron, sentí que flotaba y mientras sus labios tocaban los míos pasaba por un sin fin de estremecimientos por todo mi cuerpo especialmente por mi espalda, de un momento a otro el besos se volvió apasionado y me maree un poco, Edwin lo noto y se separo de mis labios pero siendo así, no dejo de abrazarme.
Nos quedamos allí mismo un buen rato hasta que racionamos y nos dimos cuenta que se nos hacia tarde, así que Edwin me cargo y me llevo a su auto caminando a paso rápido. Mientras pensaba que aquel beso fue el mejor de mi vida, hasta ahora y también que habíamos pasado casi toda una tarde y media noche tratando de que este beso se hiciese realidad para los dos.
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Hola! Estoy muy feliz por que por fin publique la ultima parte de capitulo 15. Aquí les dejo este capitulo y como regalo de navidad con lo largo que es y el beso entre Isabel y Edwin. Espero que les haya gustado mucho, lo hice con mucho amor para ustedes. El capitulo va dedicado a todas mis fieles seguidoras y también a Estefanía que me ayudo un poco.
Las quiero mucho ♥♥♥
Cuídense =)
Aquí les dejo muy buenos blogs para que los lean y los sigan.
